ARTISTAS DEL RENACIMIENTO Y SUS OBRAS IMPORTANTES
FILIPPO
BRUNELLESCHI
Palacio
Pitti
El Palazzo Pitti es un gigantesco
palacio renacentista en Florencia, Italia. Está situado en la ribera sur del
Arno, a muy corta distancia del Ponte Vecchio. El aspecto del actual palacio
data de 1458 y era originalmente la residencia urbana de Luca Pitti, un
banquero florentino. Fue comprado por la familia Médicis en 1549 como
residencia oficial de los Grandes Duques de la Toscana.
El palacio es sin duda una de las obras
mas representativas del renacentismo, fue una edificación usada con mansión de
una familia burguesa de Italia, para mi forma de ver es una fortaleza que por
ceirto fue usada por napoleon como base militar, es muy estética y aparenta
ostentismo.
Capilla
Pazzi
A la Capilla Pazzi se accede desde el
claustro de la basílica de la Santa Croce (Florencia) ya que se encuentra
ubicada en el jardín de ésta. Encargada por la familia Pazzi en 1441 a Filippo
Brunelleschi, fue su última obra.
Edificio de pequeñas dimensiones y con
un pórtico cubierto por bóveda de planta circular que mediante el uso de
pechinas crea una bóveda de paraguas, que se construyó como recinto funerario
de los Pazzi. Brunelleschi emplea la medida de la proporción áurea (ya empleada
anteriormente por los griegos en sus templos) en el diseño de su planta y
fachada.
Planta rectangular con cúpula central
y pórtico. Su fachada es un pórtico de cinco tramos entre seis columnas de
orden compuesto, los cuatro extremos adintelados y el central en forma de arco
de triunfo semicircular muy alto y de doble anchura, que se cubre por una
bóveda de cañón. Sobre tal pórtico se alza un ático decorado con pilastras
corintias y seccionado por el gran arco del centro, que se corona en una cornisa
muy ornamentada.Combina el adintelado griego con el arco central de origen
romano, serviría para suavizar la luz. Arriba sobresale la cúpula con su
linterna. Esta organización del pórtico en el que combina felizmente la
disposición adintelada con el arco central, supone una innovación que ha de ser
modelo o fuente de inspiración para numerosos arquitectos.
Una capilla donde se coloca el altar,
ornamentada con pilastras adosadas con acanaladuras y bóvedas de cañón con
casetones.
El pórtico combina arco central con vanos adintelados (serliana) y frisos a base de tondos y estrigilos. El interior sirvió de modelo a Miguel Angel para la sacristía Nueva de la basílica de San Lorenzo, iglesia reformada en 1421 por el mismo Brunelleschi a la que añadió su primera capilla, la Sacrestia Vecchia
Sacristía
Vieja de San Lorenzo
La Sacristía vieja de San Lorenzo es
una sacristía construida entre los años 1419 y 1422 por Filippo Brunelleschi
como anexo a la Basílica de San Lorenzo, en Florencia. Se la conoce como vieja
para distinguirla de la nueva, construida años más tarde por Miguel Ángel bajo
el patrocinio del Papa León X.
Esta obra ha sido considerada como uno
de los ejemplos más expresivos de la arquitectura de Brunelleschi, con una gran
influencia en otros edificios posteriores de planta central. Se trata de un
espacio cúbico cubierto por una cúpula nervada sobre pechinas, a la cual se une
al fondo otro espacio similar de planta cuadrada, que actúa a modo de ábside.
La sacristía queda dividida verticalmente por tres zonas de idéntico tamaño: la
parte inferior de configuración general rectangular, la intermedia con arcos
falsos circunscritos por las pechinas y la cúpula esférica, cuyo radio es igual
al tamaño de cada una de esas dos zonas sustentantes. El entablamiento recorre
continuo los dos espacios creando así un espacio visual completo, unitario, y
lineal. Se ha considerado que tal sacristía es el primer espacio de planta
central del Renacimiento.
En la cúpula hay 12 óculos que
simbolizan los 12 apóstoles y que se subordinan al gran óculo central, que hace
referencia a la Divinidad. Además todo se encuentra policromado,y la tumba se
sitúa en el centro, a eje vertical con la cúpula.
El arquitecto, una vez más, concibió
su proyecto a base del empleo de dos figuras geométricas simples: el círculo,
relacionado con la esfera, y el cuadrado, que se refiere al cubo. También se ha
pensado que el diseño de esta sacristía tiene su origen en las martyria
paleocristianas y, en concreto, en parte de la planta del Santo Sepulcro de
Jerusalén.
La sacristía está decorada con
esculturas en relieve realizadas por Donatello.
Masaccio
El
tributo
Se describe la escena narrada en un
pasaje del Evangelio de Mateo (Mateo 17:24-27: al ser solicitado a Jesús y sus
discípulos en Cafarnaúm el pago del tributo para el templo, éste ordena a Pedro
que pesque un pez, en el cual encontrará la moneda del tributo.
Masaccio representa en un solo espacio
tres acontecimientos sucesivos. La escena se divide en tres partes: en el
centro del fresco el cobrador, de espaldas, con túnica roja, solicita el pago
del impuesto, y Jesús ordena a Pedro, con un gesto que el apóstol repite, lo
que ha de hacer; a la izquierda de esta escena (no aparece en la imagen)
aparece Pedro, esforzándose en sacar la moneda del pez que acaba de pescar; a
la derecha, finalmente, Pedro paga el tributo al cobrador ante un edificio en
perspectiva. Se ha relacionado esta escena con los nuevos intereses marítimos
de Florencia (no hay que olvidar que el comitente de la obra, Felice Brancacci,
había sido cónsul del mar): la idea que se sugiere, entonces, es la del mar
como fuente de ingresos para la República.
La
resurrección del hijo de Teófilo y San Pedro en la cátedra
La fuente de esta escena no se
encuentra en el Nuevo Testamento, sino en la Leyenda dorada de Jacobo de la
Vorágine: Téofilo, prefecto de Antioquía, aceptó liberar a San Pedro a
condición de que resucitara a su hijo de catorce años. Tras el éxito del
apóstol, Teófilo y numerosos habitantes de la ciudad se convirtieron al
cristianismo.
Masaccio dejó inacabado este fresco,
que fue completado por Filippino Lippi. Se cree que en él pueden encontrarse
retratos de personajes de la época: en el grupo de la izquierda, el personaje
vestido con hábito de carmelita es probablemente el cardenal Brenda
Castiglione; Teófilo, sentado en el trono en forma de nicho, es un retrato de
Gian Galeazzo Visconti, gran enemigo de Florencia; y Coluccio Salutati es la
figura sentada a los pies de Teófilo, a la derecha.
La
Trinidad
Entre 1426
y 1428 Masaccio realizó el fresco de la Trinidad en uno de los muros laterales
de la iglesia florentina de Santa Maria Novella. En este mural se hace uso por
primera vez de la teoría de la perspectiva. La pintura representa el dogma de
la Trinidad, en en el marco de una capilla inspirada en los arcos de triunfo romanos,
con una bóveda de medio cañón dividida en casetones y sostenida por columnas
jónicas, flanqueadas a su vez por pilastras que sostienen un entablamento. En
el centro se encuentra Cristo crucificado, sostenido por Dios Padre —única
figura que escapa a las leyes de la perspectiva, en tanto que ser
incomensurable—; bajo la cruz se encuentran la Virgen María y San Juan
Evangelista. Más abajo están los dos comitentes, identificados recientemente
como Berto di Bartolomeo del Banderaio y su esposa Sandra, quienes asisten
arrodillados a la escena sacra. Por debajo de ellos, y funcionando como base de
la composición, hay un altar de mármol bajo el cual se ve un esqueleto yacente
al que acompaña la inscripción: «Ya fui antes lo que vosotros sois; y lo que soy
ahora lo seréis vosotros mañana» («Io fu già quel che voi sete: e quel chi son
voi ancor sarete»).
La pintura
puede leerse en sentido vertical ascendente, como la ascensión hacia la
salvación eterna, desde el esqueleto (símbolo de la muerte) hasta la Vida eterna
(Dios Padre), pasando por la oración (los donantes), la intercesión de los
santos (San Juan y la Virgen), y la redención (Cristo crucificado). El uso que
hace Masaccio de la perspectiva hace que la composición sea un auténtico trompe
l'oeil o trampantojo que hace parecer que el muro está efectivamente perforado.
Sandro
Botticelli
La
Virgen con el Niño y ángel
La Virgen con el Niño y ángel es una
obra del pintor renacentista Italiano Sandro Botticelli. Está realizado al
temple sobre tabla. Mide 87 cm de alto y 60 cem de ancho. Data de 1465-67 y se
conserva en el Spedale degli Innocenti de Florencia (Italia), orfanato de la
ciudad, abierto en 1444, obra de Brunelleschi.
Es posible que esta pintura un tanto
sorprendente de la Virgen se produjera mientras Botticelli estaba aún trabajando
en el taller de su maestro, Filippo Lippi. La inspiración inicial para la
pintura vino de la famosa Madonna de este último en los Uffizi. Botticelli
reemplazó el paisaje con una arquitectura arqueada que enmarca las cabezas de
madre e hijo y enfatiza las dos figuras principales como el centro de la escena
devocional. María se sienta en un escabel, del que se muestra un brazo
ornamentado y un almohadón con botones.
Se considera que es la más antigua de
las Vírgenes sobre tabla pintadas por Sandro Botticelli en el periodo que
antecede a 1470 que muestran una profunda influencia de Filippo Lippi, siendo
parecidas a la Virgen con el Niño y ángeles de Filippo que se conserva en la
Galería de los Uffizi de Florencia que data del mismo años: 1465. Como en las demás
composiciones de este tipo, se muestra a María de tres cuartos, con el Niño en
brazos; aparece además un ángel. La influencia de Lippi se evidencia en la
colocación de las figuras, la ventana detrás de María, la mirada de ésta hacia
su hijo y la actitud del Niño, apoyado en su madre.
En esta Madona, como en las demás de
la larga serie que pintó Botticelli, puede verse un modelo de Virgen seria,
meditabunda, abstraída en su propia belleza y actuando siempre con gran
seriedad. Las Madonas de Botticelli reflejan una relación más intelectual que
afectuosa entre Madre e Hijo, a diferencia de lo que ocurre con las Vírgenes
pintadas por Rafael Sanzio, que suelen mirar a su hijo y colaborar en sus
juegos con una cierta sonrisa.
No debe confundirse con otro cuadro de
la misma época aproximadamente, que se titula igualmente Virgen con el Niño y
ángel, un temple sobre tabla de 110 x 70 centímetros y que se conserva en el
Museo Fesch de Ajaccio, en el que María está de pie.
Virgen
de la galería
Esta Virgen con Niño, conocida como
Virgen de la galería (en italiano, Madonna della loggia) es una obra del pintor
renacentista italiano Sandro Botticelli. Está ejecutada al temple sobre madera.
Mide 72 centímetros de alto y 50 cm. de ancho. Pertenece al año 1467.
Actualmente, se conserva en la Galería de los Uffizi de Florencia (Italia).
Este cuadro no está unánimemente
reconocido como obra de Botticelli debido a algunos detalles, como el tono
broncíneo impropio de Botticelli o la deformidad de la composición. Se aprecian
igualmente numerosos retoques. No obstante, algunos críticos lo identifican
como una de sus primeras obras, debido sobre todo a la definición de los paños
y de la luz, más cercanos al estilo de Verrocchio que a Lippi.
Parece uno de sus experimentos
iniciales sobre la forma de enmarcar la Virgen con Niño en un fondo de
arquitectura clásica.
En esta Madona, como en las demás de
la larga serie que pintó Botticelli, puede verse un modelo de Virgen seria,
meditabunda, abstraída en su propia belleza y actuando siempre con gran
seriedad. Las Madonas de Botticelli reflejan una relación más intelectual que
afectuosa entre Madre e Hijo, a diferencia de lo que ocurre con las Vírgenes
pintadas por Rafael Sanzio, que suelen mirar a su hijo y colaborar en sus
juegos con una cierta sonrisa.
San
Sebastián
San Sebastián es una obra del pintor
renacentista italiano Sandro Botticelli, ejecutada en 1474. Mide 195
centímetros de alto y 75 centímetros de ancho. Se encuentra en el Staatliche
Museen de Berlín.
El cuadro fue colocado con gran
ceremonia en 1474 sobre uno de los pilares de la iglesia florentina de Santa
Maria Maggiore el día 20 de enero, la fiesta del santo. La ubicación de la
pintura explica su formato, inusualmente largo. Ha sido costumbre común desde
los tiempos medievales fijar pinturas en los pilares interiores de las
iglesias. Con el transcurso del tiempo, sin embargo, estas pinturas se quitaron
de sus emplazamientos originales, de manera que la perspectiva interior de las
iglesias tal como aparecen hoy, con sus pilares sin adornos, de hecho son una
imagen inexacta.
Se representa al santo prácticamente
desnudo, inmediatamente después del martirio. Su actitud es casi de
"distanciamiento", soportando serenamente las seis flechas que se le
han disparado. Viste sólo un taparrabos, está en pie sobre un tocón de un árbol
que ha sido cortado en forma de poste y que se alza repentinamente en el centro
del cuadro, en frente del paisaje y el cielo. La tortura ha pasado, los
torturadores de Sebastián ya se han ido y están cazando en busca de garzas. La
escena muestra a los torturadores abandonando el lugar, y este es un tema muy
raro que no suele representarse. El paisaje está representado con gran detalle.
En este cuadro de Botticelli la línea tensa y exasperada de sus contemporáneos se flexibiliza en una entonación casi elegíaca (M. Bacci). Dejando a un lado el retrato del Holofernes muerto en El descubrimiento del cadáver de Holofernes (1470-1472), puede considerarse que este San Sebastián es el primer desnudo masculino. El artista sigue las ideas clásicas en sus proporciones armónicas y equilibrado "contrapposto". Sin embargo, hay cierta inseguridad que se revela en el acortamiento de los pies del santo, confirmando que este cuadro pertenece a la fase primera de Botticelli.
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